Marca Personal: ¿Cómo identifico a mi cliente?
En los dos blogs anteriores de esta serie sobre Marca personal, ¿Cómo identificar mi propósito? y ¿Qué necesito para desarrollar mi Marca Personal? dimos los primeros pasos en nuestro proceso de personal branding.
Continuando con nuestra serie, vamos a pasar a otro aspecto fundamental y es ¿Cómo identifico a mi cliente?
Mi marca personal impacta y deja huella en el contexto en el que me desenvuelvo, esto sí o sí sucede, incluso aunque no estemos conscientes y deseemos optimizar nuestra marca. Sin embargo, cuando yo decido desarrollar mi marca con el objetivo de posicionarme en el mercado laboral bien sea para buscar empleo, crecer en mi carrera o emprender como independiente un paso obligatorio es identificar y conocer a mi cliente objetivo.
¿Por qué es importante identificar al cliente?
Parece algo obvio, pero muchos profesionales no lo tienen en cuenta, en especial, porque en la mayoría de los estudios profesionales no se enseña sobre marketing personal, y existe una creencia errónea de considerar que hablar de marca personal es deshumanizar a la persona, pero de lo que hablamos no es de vender a la persona como SER, sino de ofrecer sus servicios, y en esa medida me convierto en un proveedor que necesito posicionarme en el mercado para atraer clientes, -hablo de clientes incluyendo empresas, para aquellas personas que se encuentran en búsqueda de empleo o crecimiento profesional-.
Y así como no todos los productos y servicios son para todos los públicos, yo necesito identificar a quién le quiero vender mis servicios y quién estaría interesado en ellos. Si yo no identifico a mi cliente objetivo, no lograré posicionarme y no habrá una forma clara de identificarme; las personas se perderán sin comprender qué vendo y para qué.
Cuando yo identifico a mi cliente podré crear una estrategia de mercadeo que realmente impacte y genere un resultado, que en últimas es lo que yo busco cuando desarrollo mi marca.
¿Cómo identifico a mi cliente?
Cuando ya he definido mi propósito, mi objetivo (tema de mi primer blog), y he hecho un trabajo reflexivo y dedicado a mi autoconocimiento y conozco también el mercado (oportunidades y amenazas) tengo los recursos para identificar a mi cliente.
Mi marca personal resalta una propuesta de valor, y esta propuesta de valor corresponde a aquello que yo hago de manera excepcional, lo que me apasiona y en lo que me destaco. Con este conocimiento personal puedo definir qué necesidades puedo abordar para las empresas y/o las personas. Si ya he realizado el análisis del entorno (DOFA) sé qué oportunidades existen en mi campo y conozco qué requieren las personas en relación con mis servicios.
Tengamos presente que estamos en un mercado en el que las personas y/o las empresas no te llaman o buscan porque seas tu, sino por lo que tu les puedes aportar. Así que si quieres que te busquen, te compren tus servicios, productos o que te contraten, necesitas ofrecer valor, aporta primero para poder recibir. No te quedes solo con redactar tu currículum con lo que tu sabes, lo que tu eres, lo que tu has hecho, sino con lo que puedes aportar con eso que sabes, eres y has hecho. Aborda las necesidades del cliente, no esperes a que él sea el que te busque.
Miremos un ejemplo; si yo tengo estudios de psicología con experticia en el área clínica, y realicé el análisis del entorno adecuadamente, podré identificar que debido a la pandemia muchas personas requieren acompañamiento emocional, lo cual se convierte para mi en una oportunidad de ofrecer mis servicios para apoyar a las personas. En este punto, tengo claro cuál es mi propósito, conozco las oportunidades y puedo identificar las necesidades puntuales de las personas.
Basado en lo anterior, podré ir definiendo quién es mi posible cliente y cuáles son sus necesidades.
Conocer al cliente para crear la propuesta de valor
En este punto se presenta el dilema de qué fue primero, el huevo o la gallina; en mi concepto frente a la propuesta de valor, yo tengo claro qué puedo hacer y qué hago excelentemente bien y en qué me puedo diferenciar, pero necesito ajustar mi propuesta a las necesidades del cliente, por lo que de acuerdo al público que yo desee ofrecer mis servicios tendré que ajustar mi propuesta de valor, claramente basado en el autoconocimiento y el conocimiento de mi público objetivo.
Necesitamos segmentar nuestro mercado lo máximo posible y detallarlo tanto como se pueda, de esta forma crearé estrategias específicas y realizaré los contactos clave dentro de mi mercado objetivo. Lo anterior implica, saber qué le gusta a mi cliente y en dónde están sus necesidades. Basado en esto ajusto mis campañas de marketing de acuerdo a las características de mi cliente y garantizo el logre resultados.
De igual forma, si mi objetivo es buscar un empleo, necesito conocer también el mercado al que yo quiero apuntar, qué tipo de empresas, qué cargos, en qué áreas; cuáles son las necesidades que yo puedo cubrir de acuerdo al sector de cada empresa; cómo es la cultura de esas empresas, etc., entre más información yo tenga podré mejorar y ajustar mi propuesta de valor y lograr mi objetivo.
Espero estas sugerencias te aporten en el desarrollo de tu marca personal.
En próximos blogs tendrás los siguientes pasos para la definición de MARCA PERSONAL como estrategia para tu crecimiento y desarrollo laboral:
Cuál es mi valor diferencial, mi propuesta de valor
Marketing personal
Si quieres ampliar de por cómo la marca personal es una cuestión de estrategia, te invito a ver la entrevista realizada a Andrés Pérez Ortega, experto en marca personal y que nos muestra de una forma didáctica y real la importancia del personal branding.
Si te ha servido esta información, comenta y comparte.